Nelbia Romero. Una mujer, sus gritos y silencios
17 de setiembre al 27 de octubre de 2019
Nelbia Romero es un referente artístico indiscutible en nuestro medio. Definiciones políticas, y una postura clara frente a la hegemonía del sistema y una posición radical frente a la moral patriarcal y religiosa; definen su vida y su obra.
Vivió la dictadura desde un lugar de resistencia constante desde la creación, tanto en su tarea docente, como en su participación. Hemos de remarcar aquí los años en el Club de Grabado de Montevideo, tanto como participando en grupos de militancia, -como miembro del Partido Comunista del Uruguay- y en lo social, en particular en actividades de género.
Su actividad es intensa y extensa.
Grabadora, dibujante, instaladora, performer, vestuarista, creadora de objetos, docente, comprometida en profundidad con los avances sociales y artísticos de las sociedades, era poseedora de una visión intransigente de la actitud del artista ante la realidad y ante la sociedad en que le toca vivir. Y por supuesto en el marco de este pensamiento y quehacer, fue altamente crítica con las relaciones de jerarquía, el uso del poder, el centro y la periferia, la marginalidad, etc.
Este compromiso antropológico sensible y afectivo se borda en la realidad de su obra con áreas fundamentales de su discurso: lo femenino, lo indígena y la muerte; siempre desde una mirada autorreferencial.
Nunca es tan atinado señalar que por encima de su creación fáctica, la obra profunda de Nelbia Romero en su pensamiento, su inagotable capacidad de producir obras, análisis, conexiones conceptuales y sinapsis formales. Todo esto, sin dudas, dejó una huella profunda en varias generaciones.
Su territorialidad, uno de los focos del discurso, fue el cuerpo femenino, su propio cuerpo. Esto lo percibimos en la obra más poética y en la más dura y tanática.
Las muertes para Nelbia son muchas muertes...; su dolor y reclamo por las muertes del pasado de los pueblos amerindios se transforman fluidamente en las muertes de las desapariciones forzosas de tiempos de dictadura o en las muertes cercanas de afectos personales...; entrelaza poéticamente esta presencia de la muerte en varias de sus obras a través del agua, leit motiv contundente sobre el que fluye su dolor... su Río Yi, su Río de la Plata.
Esta exposición ha sido organizada a partir de núcleos poéticos de su obra, más que en un sentido cronológico. Observar la obra de Nelbia Romero implica no dejar de reflexionar. Su discurso es nítido, pero al mismo tiempo de posibilidades abiertas. Como un diagrama de árbol en que cada rama se vuelve a abrir en otras, y así sucesivamente. Las evocaciones de un presente se entienden solo si se mira un pasado y se intuye un futuro. Es así que las ideas de su cuerpo presente en el envío a la Bienal de la Habana en 1986, A pesar de aquellos oscuros años, se vuelven a encontrar en las fotos de su acción en el campo San Borja del Yi, en Homenaje a la Mujer Indígena, en Sal-si-puedes y en Huellas y Signos; y por supuesto en las posteriores versiones de Ocultamientos.
Los núcleos referenciales son: Obra temprana, A pesar de aquellos oscuros años, Valdotavo, Geografìa del cuerpo/Durazno, Patrimonio Ausente y Proyecto Río de la Plata.
Los videos en Pantalla exhiben Sal-si-puedes y otras instalaciones.
Como en todas las regiones de la realidad parte de la obra toma su camino independientemente de éstas aproximaciones. Muchas no son sencillas de ubicar en secciones específicas, pero juegan roles esenciales, generando uniones entre diferentes procesos y propuestas formales diversas, pero con un soporte ideológico común.
Enrique Badaró