José Cúneo Perinetti

El Museo Blanes muestra obras de Cúneo pertenecientes a su colección. Junto a las conocidas lunas, se exhiben obras representativas de las etapas clave de este destacado artista uruguayo. Junio 2016.

José Cúneo Perinetti

Uruguay 1887 – Alemania 1977

Cúneo nace en Montevideo. Comienza a estudiar dibujo con Ángel Catáneo y luego se forma con Carlos María Herrera en el Círculo de Bellas Artes. En el año 1907 viaja a Italia y estudia en Turín junto al maestro Anton Mucchi y en 1911 viaja a París donde estudia con Anglada Camarasa y Kees van Dongen. En estas primeras décadas del siglo XX el artista alterna su estancia entre Uruguay y Europa.

Conoce así el impresionismo y el posimpresionismo; las posturas de las vanguardias, en particular el cubismo, el fauvismo y la obra de Gauguin y Cézanne. A diferencia de aquellos pintores, Cúneo trabaja en series. Elige una temática, trabaja en ella y la mejora a través de la repetición. Así realiza la serie de los paisajes nativos del Departamento de Treinta y Tres que presenta influencias de la pintura europea, un cromatismo potente y una síntesis formal de largos planos de colores disociados; o la serie de los paisajes de Maldonado y Cerro Largo, donde el artista reafirma un lenguaje planista y geométrico que aplicará también a los retratos con los que experimenta la técnica.

Unos años después las series de Ranchos y Lunas presentan la influencia del expresionismo —corriente pictórica que se caracteriza por la intensidad de la expresión del artista, de sus sentimientos y sensaciones— donde Cúneo representa una realidad expresivamente deformada en base a diagonales, dejando de lado las composiciones de verticales y horizontales.

La repetición e insistencia con determinadas temáticas le permite al artista profundizar sus ideas expresivas y realizar “la exacerbación de su fantasía”.

Siempre preocupado por la exploración en la pintura, en la década del 50 incorpora el abstraccionismo a su obra, sin abandonar sus series anteriores. Es una etapa de paleta baja y formas enroscadas en las que agrega la materia. A su regreso, Cúneo adopta en su firma el apellido materno —Perinetti— como señal de su cambio de estilo.

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